“Recuerdo que una vez, siendo niño, se posó un halcón cerca de mí, abriéndome la boca, me acariciaba una y otra vez con sus plumas como profecía de que yo iba a hablar de alas durante toda mi vida”. Leonardo da Vinci
Jarno Smeets, un ingeniero mecánico de los Países Bajos fascinado por las nuevas tecnologías, la robótica, la aerodinámica en general también ha perseguido ese sueño. Y parece que lo ha hecho realidad, al convertirse en el primer hombre en la historia que ha realizado con un éxito un vuelo con unas alas de construcción propia inspiradas en el movimiento y la estructura de la verdaderas alas de las aves.
Smeets despegó desde el suelo en un parque en La Haya el pasado domingo 18 de marzo para realizar un vuelo de unos 100 metros de aleteo, que duró aproximadamente un minuto, después de lo cual aterrizó a salvo como sólo aterrizan los pájaros, desplegando imponente y victorioso sus alas.
Hasta ahora la gente había asumido que era imposible volar con alas de pájaro con la fuerza muscular humana, pero Smeets diseñó su propio sistema para resolver este problema con dos controladores de movimiento de la Wii, los acelerómetros de un teléfono inteligente HTC Wildfire Sy unos pequeños motores TURNIGY para kits de robótica.
Este mecanismo combinado le ha permitido crear un sistema que amplifica la potencia de sus músculos para mover unas alas de 17 metros cuadrados, mientras a la vez puede mover los brazos libremente sin ningún riesgo de rompérselos. Y aunque no son pocos los que tildan el vídeo de fake, lo cierto es que Jarno lleva más de 3 años involucrado en cuerpo y alma en este proyecto para hacer realidad el sueño más antiguo del hombre.
La envergadura de las alas es de 7 metros, los mínimo suficiente para elevar con éxito los 90 kg. de peso de Jarno, y el sistema es un concepto háptico inalámbrico construido a partir de una cometa y los mástiles de carbono de una vela de windsurf; de hecho, las alas son como dos velas de windsurf en posición horizontal que van asidas al mecanismo de aleteo que lleva con un arnés en su espalda.
El mando de la Wii se comunica con el smartphone mediante Bluetooth para hacer una doble medición de ritmos, para que el ala artificial reproduzca el adecuado movimiento de rotación, velocidad e impulso de las alas de un pájaro real, que a su vez Jarno reproduce moviendo sus brazos a escala más pequeña.
Y para valorar más la supuesta proeza de Jarno, es importante tener en cuenta la gran diferencia entre los hombres y los pájaros a la hora de volar, pues el cuerpo humano tiene una gran handicap en el apartado de locomoción para el despegue, por lo que este primer vuelo iniciático de Jarno no es sino el punto de partida de un proceso de aprendizaje y práctica, el mismo por el que tienen que pasar las crías de las aves antes de poder volar libremente cuando abandonan el nido.
Ya hace más de 500 años que Leonardo da Vinci pensaba que para hacer volar a un hombre tenía que construir un artefacto que imitara el vuelo de un ave e inyectara la fuerza que faltaba para que el aparato mantuviera el equilibrio. Planteó que el vuelo del ave era como una ecuación matemática y que los humanos, con nuestra inteligencia, podríamos resolver el problema de volar de la misma manera algún día.
Quizá ese día ya ha llegado. O tal vez no…
Fuente y más información: Human Bird Wings, el blog donde Jarno Smeets cuenta todos los detalles sobre su proyecto de volar como un pájaro. También ha sacado una nota de prensa al respecto para anunciar su hazaña.
Fuente: Blog La informacion