Pero ya le ganaron. Sacaron unos $US10.000 que se le habían caído del bolsillo. MS decidió no apelar y garpar el dinero, porque si pierden la apelación (muy probable) se vuelve mucha más guita y es un precedente mucho más visible.
Igual, esta persona no se que se despertó un día con Windows 10 y se fue a los tribunales: estuvo activamente hablando con el soporte de Microsoft, los cuales no pudieron revertir a Windows 7 y le dejaron la máquina inservible en el proceso. El usuario tuvo que comprar otra máquina para poder seguir trabajando mientras los de MS veían si le recuperaban la anterior. Por eso el juez dictaminó que oficialmente MS le había roto las pelotas.