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Invitado
Has probado alguna vez un FPS en donde no puedes matar, no puedes agacharte o correr y que no hay ningún objetivo en particular mas que caminar en libertad?. Si te intriga la premisa, por favor, lee un poco mas, te contamos todo sobre Dear Esther.
Desarrollador thechineseroom y Robert Briscoe Distribuidor Steam
Plataformas PC
Genero Cuento Interactivo
Costo USD9.99
Introducción:
Dear Esther es una “Remake” por decirlo así de un viejo mod para el Source Engine por allá en el año 2008 pero con mas aporte financiero, mucho mas trabajo y lanzado esta vez como un producto comercial por tan solo USD9.99, sin embargo, la premisa de este interesante juego no es particularmente la de un juego sino mas bien la de una historia interactiva. Veamos con mas detalle de que trata esta interesante obra.
Dear Esther se presenta a nosotros como un juego, sin embargo, la realidad es que esto es casi lo que podría llamarse un libro interactivo o como me gusta llamarlo a mi un “videolibro”, este tipo de premisa no es nueva pero lo realmente interesante en Dear Esther es como se combina con exquisita pasión la música, la visual y la narrativa para lograr un efecto que pocas veces verás en el mundo de los juegos.
Dear Esther posee todas las opciones conocidas en el motor Source de Valve y no hay nada que llame la atención aquí.
El juego está dividido en 4 capitulos sin separación entre si, salvo por la carga forzada del mapa entre uno y otro pero que permiten llevar toda la narrativa de manera lineal sin quedar conectados a títulos o separaciones, no incluye videos introductorios y es extremadamente parco a la hora de mostrarnos como es la premisa.Primeros Pasos:
Ni bien comenzamos el juego nos daremos cuenta de que aquí no tenemos HUD, no tenemos energía, ni municiones, ni armas, ni enemigos!. Tampoco tenemos tiempo, misiones a completar, no podremos correr, ni agacharnos, ni tomar objetos ni examinarlos!
Con tantas cosas que se nos han quitado de nuestro abanico, existen solo dos cosas que podemos hacer y estas son: caminar y observar.
Dear Esther es tan simplista que asusta, podremos recorrer casi todo el juego solamente con la tecla “W” y el mouse, sin embargo, que no los engañen las apariencias, Dear Esther se va ensamblando en nuestra mente muy de a poco a medida que avanzamos por lo que parece ser una excepcional isla con lo mejor que la naturaleza puede ofrecer y mientras escuchamos los relatos de lo que parece ser una persona que ha sufrido un gran trauma psicologico y físico y que queda barada en la isla.
Demás esta decirle que aquí mismo, a medida que avanzamos y llegamos a ciertas áreas cruciales en donde el narrador nos cuenta parte de la historia es donde nos damos cuenta como se desarrolla esta aventura o mejor dicho “libro” interactivo. Todo el objetivo de Dear Esther consiste en caminar, explorar con nuestros ojos, disfrutar de la música perfectamente bien lograda para la ocasión, maravillarnos con el escenario y entender un poco mejor la trama, nada mas se pide de nosotros y por tan corta premisa y tan poca interacción de nuestra parte Dear Esther logra lo que muchos otros juegos no y es, introducirnos en este mundo y sentirnos parte de el.
Verán, al prescindir de toda faceta interactiva que implique relacionarnos con el entorno y sus peligros (no existe ninguno, ya que sencillamente no podremos morir) y prescindir también de enemigos, objetivos y demás, Dear Esther se concentra en aspectos que son esenciales para sentirnos en los zapatos del protagonista y estos son: sus escenarios, su música, sus efectos de sonido y una excepcional narrativa, examinemos cada uno por separado.
Gráficos:
No existe un aspecto en donde Dear Esther destaque mas que en sus gráficos, durante los 4 capitulos de los cuales consta esta historia semi-interactiva veremos los escenarios mas asombrosos que jamas se hayan creado con el motor de Source de Valve.
Les puedo asegurar esto con toda firmeza, los gráficos de Dear Esther son uno de los mas maravillosos que he visto jamas, nunca pensé que el motor de Valve podría lograr semejante cosa y esto es producto de la gran dedicación de los desarrolladores Indie creadores de este juego le han puesto.
El nivel de detalle como bien pueden observar es sencillamente abrumador, me hizo acordar a algunos escenarios del Crysis cuando los cargué por primera vez en su máximo nivel de detalle, cuando las placas apenas podían moverlo a 5 fps, la diferencia es que Dear Esther lo hace a unos perfectos 60 cuadros sin importar la placa que utilices puesto que el motor de Valve es excepcionalmente bueno en el aspecto de optimización y sin dudas la dedicación de los desarrolladores nos ha otorgado como consecuencia una de las delicias mas vívidas que me han tocado evaluar en años, sin lugar a dudas un 10 en este aspecto.
Musica y Sonido:
Es importante la música y los efectos ambientales, no lo creen?. No muchos lo creen así pero lo cierto es que si son oportunos y están bien ubicados, suenan naturales y en armonía con lo que ocurre pueden lograr maravillas, bien, me complace comentarles que todo esto ocurre con Dear Esther. El hecho de estar caminando por estos escenarios plagados de efectos visuales y auditivos tan bien puestos en escena hace que a veces se sienta hasta una experiencia relajante, poder contemplar la playa, las cavernas, la luz de la luna y los acantilados con los efectos de pájaros, el ruido del mar, las olas, el viento, la brisa sobre las hojas… Todo está cuidado al máximo detalle. Esta historia interactiva tiene los aspectos mas importantes para lograr nuestra atención y estos son, gráficos inmejorables, mucho detalle y sonido que encuadra a la perfección, solo falta un detalle mas y este es el argumento.
Argumento:
Dear Esther no posee un argumento lineal durante todo el tiempo, podremos vivir la historia desde varios ángulos o cambiar la secuencia, todo depende de que lugares elijamos visitar primero, sin embargo, mantendrá una linea general de avance en donde una vez completados los 4 capitulos se nos develará la conclusión (parcial) de la trama. En Dear Esther se nos presenta una historia relatada de manera perfecta por una muy buena voz en off en donde vemos las peripecias de un hombre aparentemente muy dolido por un gran accidente físico que a su vez le trajo problemas psicológicos, por lo tanto, no sabremos en que puntos la isla es real o no, producto de la fabricación de su inconsciente jugandole una mala pasada (o buena, ya que aquí todo depende del punto de vista de cada uno). La historia no tiene bases sólidas que permitan al participante sacar conclusiones certeras de lo ocurrido y esta es la parte realmente destacable del mismo. Simplemente caminar hacia adelante mientras se escuchan fragmentos del relato no hace justicia a la experiencia que se vive en este pseudo-relato interactivo. La sensación de estar allí se amplifica en todos los sentidos y la historia siempre nos da la idea justa de que somos nosotros los que debemos llenar los puntos vacíos.
Conclusión:
Un juego en donde no matas, no corres, no te agachas, no hay objetivos y todo lo que podremos hacer es caminar hacia adelante, mirar con nuestro mouse, escuchar la música y el paisaje?, suena aburrido no es asi?. Todo lo contrario. Dear Esther no es un juego para todo el mundo, de hecho, me atrevo a decir que no es un juego en el sentido estricto de la palabra y casi seguro que para una minoría pero esto no le quita el mérito de plantear una forma experimental de narrativa pseudo interactiva que se asemeja mas a la lectura de un libro, solo que con un aspecto mas vívido, que a un juego en sí. Incluso con estas limitaciones, Dear Esther se te pegará en lo profundo de tu mente y te seguirá adonde vayas, tanto por las palabras como por sus imágenes y su exquisita música, este es un experimento con todas las letras y uno al cual me he sumado con absoluta aprobación. No digo que vaya a gustarle a todos repito, es mas, estoy seguro que a la gran mayoría no le gustará, pero si eres uno de ellos que te gusta tomarte un descanso de vez en cuando, disfrutar de una experiencia relajante, sin pedir luces de colores, explosiones ni nada de eso a cambio y estar dispuesto a tomarte tan solo unos 90 minutos (que es lo que el juego dura en su totalidad si lo recorres por completo) podrás vivir una de las experiencias mas interesantes y distintas de estos ultimos tiempos. Verán, Dear Esther no es un juego, es un libro, uno muy corto que espero yo pueda cambiar la forma en la que percibimos las historias y quizás, mas adelante, pueda ser un puente entre las películas y los juegos, logrando una pseudo-interactividad que permita desarrollar mas nuestra imaginación sin necesidad de violencia de por medio. Demás está decir que lo recomendamos fuertemente ya que es una pequeña luz de distinto color en un mar de similitudes.
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